Errores de la crianza: hábitos que hay que romper para un desarrollo infantil saludable

Ser padre significa hacer todo lo posible para ser la mejor persona para tus hijos. Pero a veces, es posible que ni siquiera te des cuenta de que las cosas que estás haciendo te hacen más daño de lo que te ayudan. Todos los padres han incurrido en una o más de estas prácticas, desde mimar demasiado a sus hijos hasta imponerles una disciplina inconsistente. Pero estás preparado para hacer algunos cambios positivos tan pronto como los reconozcas plenamente.

Tener una sensación de fracaso

Aunque es normal que los padres sean duros consigo mismos, esta mentalidad es perjudicial. Más bien, considere los pequeños errores como una oportunidad para mejorar y adquirir conocimientos. También les enseñará a sus hijos resiliencia en sus propias vidas demostrándoles que es aceptable cometer errores.

Cuidando todo por ellos

Puede estar haciéndoles más daño que bien a sus hijos si intenta hacerles la vida más sencilla. Debes darles a tus hijos la libertad de practicar la independencia si quieres que crezcan independientes. Obtienen mucho conocimiento al cometer sus propios errores. Además, expresar su creencia en ellos fomenta la seguridad en uno mismo.

Disputas sobre asuntos insignificantes

Elige cuidadosamente tus batallas como padre. No debes intentar ganar todos los conflictos porque no puedes. Permita que su niño en edad preescolar se vista con prendas que no combinen si ese es su deseo. No vale la pena luchar por ciertas cosas.

Posponer tu conexión romántica

Cuando criar y cuidar a sus hijos ocupa gran parte de su atención, es sencillo pasar por alto su relación. Pero recuerde cuidar su relación, posiblemente organizando citas nocturnas, y manténgase en contacto todos los días. Además, también puedes leer sobre- Las 10 mejores frases divertidas en español para niños.

Programarlos excesivamente

Queremos que nuestros hijos experimenten todo lo que deseen y aprendan cosas nuevas. Sin embargo, esto puede provocar que se sobreprogramen. Evite incluir demasiados deportes, baile, clases de piano y otras actividades en su agenda. Es fundamental dejarles algo de tiempo libre para que sean niños.

No delegar responsabilidad

Muchos niños disfrutan del privilegio de llevar una vida sin preocupaciones y sin obligaciones. Sin embargo, a medida que crecen, esto puede hacer que el joven se vuelva irresponsable. Darles a los niños tareas apropiadas para su edad les ayudará a comprender el valor de ayudar en la casa. También aprenderán valiosas lecciones de vida.

Usar la tecnología en exceso

¿Cuándo fue la última vez que te tomaste un descanso de la tecnología para pasar tiempo de calidad con tu hijo? Incluso si la tecnología se ha convertido en una parte necesaria de nuestras vidas, sigue siendo crucial reservar tiempo para pasar tiempo en familia y simplemente estar juntos.

Haciendo un esfuerzo por permanecer juntos todo el tiempo

Los padres frecuentemente se sienten culpables por no pasar suficiente tiempo con sus hijos. Algunos padres incluso intentan obligarse a ver a sus hijos cada segundo por culpa. Sin embargo, eso no es saludable. Más bien, disfrute de pasar tiempo con su familia y reconozca la importancia de permitir que los niños jueguen solos o con sus hermanos. Todo el mundo necesita pasar algún tiempo a solas.

Estropeándolos

Muchos padres, sin querer, miman a sus hijos comprándoles numerosos artículos. Además, aunque las posesiones materiales son placenteras, no pueden proporcionar la verdadera felicidad. Estarás formando ciudadanos decentes si enseñas a tus hijos a encontrar la felicidad en lugares menos obvios.

Negarse a impartirles aprecio

¿Son ustedes, hijos, conscientes del verdadero significado de la gratitud? Verifique que las palabras que dicen no carezcan de significado. Los niños que practican la gratitud son más capaces de ver más allá de sus propios intereses y darse cuenta de que no tienen derecho a todo lo bueno de la vida.

Posponiendo sus requisitos

Los padres, sin saberlo, se descuidan a sí mismos para cuidar de los demás. Esto puede resultar agotador física y emocionalmente, lo que puede provocar agotamiento, impaciencia y frustración. No olvide cuidarse y realizar actividades que le resulten agradables.

Corriendo por todas partes

Puede que sea el momento de tomarse un momento para reducir la velocidad y comprender por qué insta a sus hijos a que se apresuren con tanta frecuencia. Estar corriendo todo el tiempo suele ser una indicación de que su calendario está demasiado lleno o que la gestión del tiempo de su familia necesita algo de atención.

Gasto excesivo

Los padres están bajo mucha presión para comprar los juguetes, las tendencias de ropa y la tecnología más nuevos. Pero esto a menudo perjudica al presupuesto familiar. Además, no inculca en los niños el valor de posponer la gratificación. En su lugar, ofrézcales a los niños un presupuesto para comprar y enséñeles cómo hacer planes para las cosas que quieren.

Ignorar conductas inapropiadas

A los padres puede resultarles fácil ignorar las rabietas o las peleas de sus hijos con sus hermanos diciéndose a sí mismos que es sólo una fase. Sin embargo, es fundamental transmitir que algunas acciones son inapropiadas. Utilice estas circunstancias como oportunidades de enseñanza.

Buscando emular a otros cuidadores

Los padres se comparan con los demás con demasiada frecuencia. Sin embargo, hacerlo puede resultar contraproducente y posiblemente alimentar actitudes de juicio y vergüenza parental. Más bien, concéntrate en identificar tu identidad como padre y mantenla.

Considerando la electrónica

Depender de tabletas y videojuegos para mantener a sus hijos ocupados y tranquilos puede resultar bastante tentador. Pero debes programar otras actividades fuera de las pantallas, establecer restricciones de tiempo y cumplirlas.

No impartir inteligencia callejera

Se necesita algo más que simplemente mirar a ambos lados antes de cruzar la calle para ser una persona inteligente en la calle. Instruya a sus hijos sobre cómo estar seguros cuando van en bicicleta, de compras y salen con amigos. Asegúrese de que comprendan cómo mantenerse alerta en su entorno y qué hacer en caso de que un extraño se les acerque.

Tener disciplina errática

Los niños encuentran desconcertante la disciplina inconsistente e inútil para absorber las lecciones importantes que usted intenta impartir. Crea una estrategia de disciplina y síguela.

Explotando contra ellos

Aunque criar hijos puede ser difícil, perder la calma con ellos no es la solución. Encuentre una mejor técnica para comunicarse con ellos en lugar de gritarles. En ese momento, realmente te escucharán.

Obligarlos a convertirse en amigos

Aunque es aceptable ayudarlo a hacer amigos, presionar a su hijo para que se acerque a alguien con quien no siente una conexión solo hará que se sienta frustrado. Deje que su hijo tome las decisiones sobre con quién pasa el tiempo y, en su lugar, haga amistad con él.

Ignorando las pequeñas cosas

Haga todo lo posible para ser más consciente de las pequeñas cosas en la vida de su hijo y reducir la velocidad. Recuerde que crear recuerdos familiares no tiene por qué costar mucho dinero. Incluso actividades aparentemente insignificantes, como preparar la cena juntos, pueden brindarle algunos de sus recuerdos favoritos.

Exagerar con los elogios

Por supuesto, todos los padres creen que sus hijos son increíbles y queremos que lo sepan. Sin embargo, elogiar demasiado a los niños puede hacerlos más egoístas. Priorice elogiar a los demás de una manera constructiva y saludable. Por ejemplo, funciona mejor elogiar a sus hijos por sus esfuerzos (algo que pueden manejar) que por sus habilidades, que no pueden controlar.

Experimentar la vida desde su lente

Cuando eras más joven, ¿recuerdas haber querido ser jugador de baloncesto o bailarín profesional? Quizás ahora desee incluir a sus hijos en estas actividades. Aunque es posible que ni siquiera estén interesados. Si es así, da un paso atrás y dales espacio para descubrir y seguir sus propios intereses.

Considerarlos adultos

Los jóvenes son sólo niños; están desarrollando, aprendiendo e intentando comprender sus propias emociones. Como tal, haga un esfuerzo por establecer estándares razonables y apropiados para su edad para sus actos y conducta.