Cubre la contaminación, las antorchas y las preocupaciones sobre la sostenibilidad.
La quema de gases es una práctica común en la industria petrolera que tiene graves consecuencias para nuestro planeta. Desde el calentamiento global hasta problemas de salud en comunidades cercanas, este proceso genera preocupaciones importantes sobre sostenibilidad. En este artículo, exploraremos en detalle qué es la quema de gases, sus impactos ambientales y en la salud, y las soluciones tecnológicas que pueden ayudar a reducir esta práctica contaminante.
Qué es la quema de gases?
La quema de gases, conocida en inglés como “gas flaring”, es el proceso de quemar el gas natural asociado con la extracción de petróleo. Esta práctica ha persistido desde los inicios de la producción petrolera hace más de 160 años y continúa siendo común en muchas regiones productoras de petróleo.
Cuando se extrae petróleo del subsuelo, frecuentemente viene acompañado de gas natural. En lugar de capturar este gas para su uso productivo, muchas operaciones petroleras optan por quemarlo en estructuras llamadas “quemadores” o “mecheros”.
Por qué se quema el gas?
- Por seguridad: Para eliminar el exceso de gas que podría representar un peligro.
- Por razones técnicas: Falta de infraestructura para capturar y transportar el gas.
- Por motivos económicos: Cuando capturar el gas cuesta más que su valor en el mercado.
Dato | Cifra |
Volumen de gas quemado globalmente (2023) | 148 mil millones de metros cúbicos |
Emisiones anuales de CO2 equivalente | Más de 350 millones de toneladas |
Eficiencia real de combustión | 91% (frente al 98% asumido) |
Número de quemadores a nivel mundial | Miles en sitios de producción petrolera |
Impactos ambientales de la quema de gases
La quema de gases genera diversos impactos negativos en el medio ambiente, contribuyendo significativamente al cambio climático y la contaminación regional y local.
Contribución al cambio climático
El dióxido de carbono (CO2) y el metano (CH4) son los principales gases de efecto invernadero emitidos durante la quema de gases, y juntos representan hasta el 80% del calentamiento global. Cada metro cúbico de gas quemado genera aproximadamente 2.6 kilogramos de emisiones de CO2 equivalente.
El metano es especialmente preocupante, ya que es 80 veces más potente que el CO2 como gas de calentamiento en un horizonte de 20 años. Un estudio reciente descubrió que las emisiones de metano provenientes de la quema de gases son cinco veces mayores que las estimaciones oficiales, principalmente debido a quemadores con mal funcionamiento.
Lluvia ácida y degradación ambiental
La quema de gases libera óxidos de azufre, dióxido de carbono y óxido nitroso, principales causantes de la lluvia ácida. Durante las lluvias, estos gases reaccionan con el agua formando ácidos que dañan:
- Bosques y vida silvestre.
- Infraestructuras.
- Cultivos agrícolas.
- Suelos y fuentes de agua.
Carbono negro y contaminación local
Otro contaminante liberado por los quemadores es el carbono negro (hollín), producido por la combustión incompleta de combustibles fósiles. A pesar de permanecer en la atmósfera solo por días o semanas, tiene un impacto climático muy significativo.
Este problema es particularmente grave en el Ártico, donde los depósitos de carbono negro aceleran el derretimiento de la nieve y el hielo. La investigación indica que las emisiones de la quema de gases pueden contribuir aproximadamente al 40% de los depósitos anuales de carbono negro en el Ártico.
Contaminante | Origen | Efectos ambientales |
Dióxido de carbono (CO2) | Combustión del gas | Calentamiento global, cambio climático |
Metano (CH4) | Combustión incompleta | Potente gas de efecto invernadero |
Óxidos de azufre (SOx) | Combustión de gas ácido | Lluvia ácida, degradación de ecosistemas |
Óxidos de nitrógeno (NOx) | Combustión a alta temperatura | Lluvia ácida, smog fotoquímico |
Carbono negro (hollín) | Combustión incompleta | Derretimiento acelerado de hielo y nieve |
Impactos en la salud humana
La quema de gases no solo daña el medio ambiente sino que también afecta gravemente la salud de las personas, especialmente en comunidades cercanas a los sitios de producción petrolera.
Enfermedades respiratorias y muertes prematuras
Un estudio reciente realizado por investigadores de la Universidad de Boston y otras instituciones encontró que la contaminación proveniente de la quema de gases resultó en:
- $7.4 mil millones en daños a la salud anualmente.
- Más de 700 muertes prematuras al año.
- 73,000 casos de empeoramiento de asma en niños.
- 190 nuevos casos de asma infantil.
- 130 hospitalizaciones por problemas respiratorios.
- 92 visitas a emergencias por asma infantil.
La investigación también reveló que la contaminación por partículas finas (PM2.5), ozono (O3) y dióxido de nitrógeno (NO2) fue significativamente mayor a lo estimado previamente, con emisiones de hollín 13-15 veces más altas que las cifras oficiales.
Impactos desproporcionados en comunidades vulnerables
Los efectos de la contaminación por quema de gases afectan de manera desproporcionada a las comunidades históricamente marginadas:
- 1 de cada 3 muertes prematuras ocurrieron en áreas de bajos ingresos.
- 1 de cada 10 muertes ocurrieron en áreas con mayor presencia de pueblos indígenas.
- 1 de cada 3 muertes ocurrieron en comunidades hispanas o latinas.
Texas, Pensilvania y Colorado tuvieron las cargas de salud más altas, representando el 45% del total de muertes por contaminación del aire relacionada con la quema de gases.
Impacto en la salud | Casos anuales | Grupos más afectados |
Muertes prematuras | Más de 700 | Comunidades de bajos ingresos, hispanas, indígenas |
Casos de asma infantil agravados | 73,000 | Niños en comunidades cercanas a sitios de producción |
Nuevos casos de asma | Más de 190 | Niños en zonas de producción petrolera |
Hospitalizaciones | 130 | Residentes de áreas cercanas a quemadores |
Costo económico total | $7.4 mil millones | Nacional, mayor impacto en estados productores |
Aspectos económicos de la quema de gases
La quema de gases no solo genera problemas ambientales y de salud, sino que también representa un desperdicio económico significativo.
Recursos desperdiciados
El gas que se quema podría ser utilizado productivamente para:
- Generar electricidad.
- Reemplazar combustibles más contaminantes como carbón y diésel.
- Producir bioproductos valiosos.
- Desarrollar cadenas de valor locales.
Un estudio identificó el potencial de ahorrar al menos $10.4 mil millones a nivel global si se implementaran medidas más estrictas para reducir la quema de gases. Además, las tecnologías recientes de reutilización podrían generar:
- Una producción anual de aproximadamente 148 millones de barriles de biocrudo.
- 67 millones de toneladas métricas de proteína de algas a partir del gas quemado globalmente.
Oportunidades perdidas y costos evitables
La quema de gases es totalmente improductiva y puede evitarse más fácilmente que muchas otras fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero. El gas podría aprovecharse para diversos usos productivos que generarían beneficios económicos y ambientales.
Aspecto económico | Detalles | Potencial impacto |
Ahorro potencial global | Mínimo $10.4 mil millones | Nuevas fuentes de ingresos |
Producción potencial de biocrudo | 148 millones de barriles anuales | Nuevas fuentes de energía |
Costo anual en salud (EE.UU.) | $7.4 mil millones | Ahorro en costos médicos si se reduce la quema |
Gas desperdiciado anualmente | 148 mil millones de metros cúbicos | Equivalente al consumo de grandes economías |
Avances tecnológicos para reducir la quema de gases
En respuesta a estos desafíos, se han desarrollado diversas soluciones tecnológicas para reducir la práctica de la quema de gases.
Captura y almacenamiento de carbono
Los avances en tecnologías de captura de carbono prometen reducir significativamente el impacto ambiental de la quema de gases:
- Absorción con aminas: Permite capturar el CO₂ de los gases de combustión.
- Membranas de separación: Utilizan membranas semipermeables para separar el CO₂ de otros gases.
Estas tecnologías no solo capturan el CO₂ en la fuente, sino que también permiten su reutilización en la industria de bebidas, en la recuperación mejorada de petróleo, o en la producción de combustibles sintéticos.
Gas natural licuado (GNL)
El GNL ofrece una forma más limpia de transportar y almacenar el gas natural:
- Reduce el volumen del gas, facilitando su transporte.
- Disminuye las emisiones de gases de efecto invernadero durante su combustión.
- Permite monetizar el gas que de otra forma sería quemado.
Mejoras en eficiencia energética y energías renovables
Los avances tecnológicos en motores y turbinas de gas permiten mayor eficiencia en la conversión de gas natural en energía. Al mismo tiempo, la integración de energías renovables como la solar y eólica puede reemplazar o complementar al gas natural en la generación eléctrica, reduciendo la dependencia de combustibles fósiles.
Tecnologías de hidrógeno y electrificación industrial
El hidrógeno verde, producido a partir de fuentes renovables, puede mezclarse con gas natural o reemplazarlo en algunas aplicaciones, reduciendo las emisiones de CO₂. Por otro lado, la sustitución de procesos industriales que dependen del gas natural por tecnologías eléctricas, especialmente aquellas alimentadas por fuentes renovables, puede reducir significativamente las emisiones.
Tecnología | Descripción | Beneficios |
Captura de carbono | Capturar CO₂ para almacenarlo o reutilizarlo | Reducción de emisiones, creación de productos derivados |
Gas natural licuado | Licuefacción del gas para transporte | Monetización del gas, reducción de quema |
Quemadores sin humo | Diseños mejorados con alta eficiencia | Eliminación de más del 99% de compuestos orgánicos volátiles |
Hidrógeno verde | Producción de hidrógeno con renovables | Cero emisiones en uso final, versatilidad |
Electrificación industrial | Sustituir procesos basados en gas | Reducción drástica de emisiones, mayor eficiencia |
Iniciativas globales para reducir la quema de gases
A nivel mundial, diversas iniciativas y políticas buscan reducir la práctica de la quema de gases.
Regulaciones y compromisos internacionales
La Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. (EPA) finalizó en diciembre de 2023 una norma de metano que incluye una disposición para eliminar gradualmente la quema en todos los nuevos pozos durante los próximos dos años. Esta regulación representa un paso crítico hacia adelante, aunque el estudio reciente muestra que se necesita hacer mucho más para proteger la salud de las emisiones relacionadas con la ventilación y la quema de gases.
El Banco Mundial lidera la Iniciativa Global para la Reducción de la Quema de Gas, una asociación público-privada que trabaja para eliminar la quema rutinaria de gas para 2030. Esta iniciativa proporciona asistencia técnica a países productores de petróleo y promueve marcos regulatorios efectivos.
Ejemplos de éxito
Existen múltiples casos de éxito en la reducción de la quema de gases:
- El proyecto noruego Sleipner de captura y almacenamiento de carbono en el Mar del Norte.
- El proyecto GNL Gorgon en Australia.
- El proyecto de captura de carbono con reinyección de CO₂ en pozos petroleros en Weyburn, Canadá.
Estos ejemplos demuestran que es posible implementar soluciones efectivas para reducir la contaminación por quema de gases.
Iniciativa/Política | Organización/País | Objetivos |
Iniciativa Global para la Reducción de la Quema de Gas | Banco Mundial | Eliminar la quema rutinaria para 2030 |
Norma de metano | EPA (EE.UU.) | Eliminar gradualmente la quema en nuevos pozos |
Zero Routine Flaring by 2030 | Banco Mundial | Compromiso de gobiernos y empresas |
Regulaciones nacionales | Diversos países | Establecer límites y sanciones a la quema |
El camino hacia la sostenibilidad
Para abordar efectivamente el problema de la quema de gases, necesitamos un enfoque integral que combine tecnología, políticas públicas y cambios en las prácticas empresariales.
Transición hacia energías limpias
La transición energética hacia fuentes renovables representa una solución estructural al problema de la quema de gases:
- Reducción gradual de la dependencia de combustibles fósiles.
- Desarrollo de infraestructura para energías limpias.
- Inversión en investigación y desarrollo de tecnologías verdes.
Mejores prácticas en la industria
La adopción de mejores prácticas por parte de la industria petrolera y de gas incluye:
- Implementación de sistemas de monitoreo en tiempo real.
- Mantenimiento preventivo de equipos para evitar fugas.
- Capacitación del personal sobre la importancia de reducir la quema.
- Inversión en infraestructura para capturar y utilizar el gas asociado.
El papel de todos los actores
Tanto gobiernos como empresas, consumidores y comunidades pueden contribuir a la solución:
- Gobiernos: Implementar y hacer cumplir regulaciones efectivas.
- Empresas: Invertir en tecnologías limpias y establecer objetivos de reducción.
- Inversores: Dirigir capital hacia proyectos y empresas con prácticas sostenibles.
- Consumidores: Preferir productos de empresas comprometidas con el medio ambiente.
- Comunidades: Participar en el monitoreo y denuncia de prácticas contaminantes.
Actor | Acciones posibles | Impacto potencial |
Gobiernos | Regulaciones estrictas, incentivos fiscales | Marco normativo que desincentive la quema |
Empresas petroleras | Inversión en tecnologías de captura | Reducción directa de emisiones |
Comunidades | Monitoreo ciudadano, participación | Presión social para cambios en prácticas |
Inversores | Financiamiento condicionado | Capital dirigido hacia soluciones limpias |
Consumidores | Preferencia por productos responsables | Incentivo de mercado para mejores prácticas |
Conclusión
La quema de gases representa uno de los desafíos ambientales más significativos pero también más abordables en nuestra lucha contra el cambio climático y la contaminación. Como hemos visto, esta práctica contribuye considerablemente a las emisiones globales de gases de efecto invernadero, afecta gravemente la salud de las comunidades cercanas, y representa un desperdicio económico importante.
Las soluciones están a nuestro alcance. Los avances tecnológicos para capturar y utilizar el gas, las iniciativas políticas para regular la quema, y el creciente compromiso empresarial ofrecen un camino claro hacia la reducción y eventual eliminación de esta práctica contaminante.